de Mario Zimbardo Sanabria
(ESP/ITA traduzione in fondo di Gianfranco Pecchinenda)
La escritora y psicóloga española acaba de ser publicada en italiano con su libro ‘Reto 365 días de vida consciente’, una obra que invita al lector a desafiar su rutina con el poder de la palabra.
En esta entrevista, entre otros temas, la autora conversa sobre la importancia del silencio y el inevitable cambio global que considera “obstaculizan las élites”.
– ¿Quién es Concepción Hernández?
– Soy escritora, psicóloga y matrona (aunque actualmente no ejerza como tal, acumulo más de 15 años de experiencia profesional). Estas tres facetas pueden parecer independientes, pero una vez conseguí integrarlas y articularlas, se convirtieron en una fuente constante de inspiración. Hoy vertebran tanto mi creación literaria como en el enfoque terapéutico con el que acompaño a mis pacientes, principalmente mujeres que transitan etapas de profunda transformación personal: embarazo, puerperio, tratamientos de infertilidad, climaterio y duelo perinatal.
Siento que la vida me ha conducido hacia una hermosa evolución de mi propósito vital: he pasado de ayudar a nacer ‘cuerpos’ a la apasionante tarea de auxiliar en el parto de nuevas ‘ideas’; otra manera de renacer, con la palabra como herramienta de trabajo.
Hoy esa es mi principal labor: acompañar a lectores y pacientes en el alumbramiento de nuevas formas de pensar y mirar la vida, a través del amplio abanico de actividades que realizo: talleres grupales en cárceles y otros centros de transformación personal, consulta individual, conferencias y la publicación de libros.
He publicado cuatro novelas —Lágrimas de pan (2014, edición española; 2025, edición venezolana), Buscadora de abrazos (2016), A una sonrisa de tu sueño (2018), Alma (y su casita de muñecos) (2020)—, dos manuales de trabajo personal —Manual: la Felicidad no es una utopía (2022) y Reto: 365 días de vida consciente (2023) edición española; 2025 edición traducida al italiano)—, así como una serie de frases motivacionales y reflexivas reunidas en tres volúmenes: ¡Confía y suelta! (Vol. 1 –2018, Vol. 2 – 2021, Vol. 3- 2024)
– ¿Qué va a encontrar el lector en ‘Reto 365 días de vida consciente’?
– Un espacio-refugio, una oportunidad de sanación emocional y una herramienta poderosa de autodescubrimiento.
Este libro invita a una conexión íntima y directa con uno mismo, sin intermediarios ni juicios. Es un espacio seguro donde expresarse con sinceridad sin sentir la ansiedad de sentirse evaluado.
Su mayor virtud es la sencillez: propone un abanico de actividades, variadas y amenas, que solo requieren de 10-15 min al día. No hay una forma “correcta” de hacerlo, porque el proceso es completamente personal. Y a medida que se avanza, el lector va adquiriendo herramientas valiosas para conocerse y afrontar la vida con mayor conciencia.
Recomiendo abordarlo sin expectativas. No estamos ante un manual al uso, sino ante un libro cómplice que te acompaña en el viaje de explorarte y aprender sin presiones.
– ¿Literatura para sanar heridas?
– Rotundamente, sí. Las palabras sanan, consuelan, reconfortan y nos salvan.
La literatura nos transforma, nos hace sentir, pensar y aprender. Nos convierte en seres diferentes y cuando nos cambia la mirada, el mundo que nos rodea es otro.
A través de las letras podemos conectar con múltiples historias y originales maneras de afrontar situaciones y solucionar los problemas; descubrimos perspectivas, trascendemos los límites y podemos viajar a lugares que, de otra manera, resultarían inaccesibles.
De alguna manera puede considerarse un poderoso recurso terapéutico que actúa tanto a nivel mental como emocional.
Precisamente sanar emocionalmente al lector es uno de los propósitos que persiguen mis libros, y hacerlo a través de un proceso en el que él adopte un papel activo al decidir qué acepta de todo aquello que le entrego, en qué momento y en qué medida lo integra en su vida.
– ¿A ti te sana escribir?
– Sin duda. La literatura tiene una cualidad transformadora que actúa en ambas direcciones.
Mientras el lector sueña, siente y se reconoce en historias ajenas, el escritor encuentra en la escritura una herramienta terapéutica poderosa que le permite expresar emociones profundas, confrontarse, tomar distancia y observar con más claridad sus propios conflictos.
Escribir, es para mí, un acto de liberación. Un proceso de transformación interna que me sana y muchas veces me reconcilia conmigo misma.
– El silencio es uno de los temas de tu obra. ¿El ruido nos debilita la voluntad?
– El ruido nos distrae al tiempo que ensucia espacios, enmascara mensajes y sume en el caos a la mente con pensamientos intrusivos. Forma parte de nuestra vida de tal manera que vivir en ese desorden mental apenas nos molesta.
El ruido nos convierte en autómatas reactivos y disminuye nuestra capacidad reflexiva, pero si no hay reflexión, no hay pensamiento crítico, y en este contexto somos fácilmente manipulables.
El silencio, en cambio, renueva y limpia. Apenas cinco minutos de silencio consciente nos permite el espacio mental necesario para pensar, crear y plantearnos interrogantes. Y estos, son sumamente importantes porque sin cuestionamiento, no hay avance. De manera que el silencio, lejos de ser un mero vacío, supone un auténtico oasis mental. Una pasarela imprescindible que nos lleva desde la queja hasta la gratitud y desde palabras que hieren hasta aquellas que sanan y transforman. Aunque a veces incomode, es sumamente poderoso porque está repleto de significado y es capaz de transmitir, consolar, apoyar y reconfortar. Compartir un silencio se convierte en una forma de comunicación profunda y sincera que no admite disfraces ni máscaras.
– ¿Y qué esperas de los lectores italianos?
– Que reciban este libro como una invitación a conectar con lo más esencial de sí mismos. Los temas que abordo en mis libros —la vida consciente, el autodescubrimiento, el lenguaje del amor, el perdón y la gratitud— son universales y trascienden cualquier frontera. Mi intención es que cada palabra les recuerde que todos compartimos una misma humanidad, con sus luces y sombras, y que siempre es posible vivir con más presencia, más ternura y más verdad.
– ¿Vendrá un cambio global en la relación ser humano-naturaleza?
-El cambio es inevitable y, de hecho, ya está en marcha. Sin embargo, el camino elegido por las élites no es el más sencillo. Se han apoderado de esta causa que, en realidad, es de naturaleza colectiva. Y el enfoque político es el de la norma, los límites y las sanciones. Estas medidas, aunque busquen fomentar una relación más sostenible con el planeta, a menudo generan oposición y rechazo.
Si queremos construir una relación verdaderamente armoniosa y duradera con la naturaleza, el cambio debe impulsarse desde el interior de cada uno de nosotros, desde el amor. Si amas la naturaleza, la cuidas y la respetas. No necesitas imperativos. Ahí debería estar el foco y sin duda, queda mucho por hacer.
El problema es más profundo, casi existencial: no estamos separados de la naturaleza. No hay un aquí y un allí; somos parte de ella. Pero mientras no seamos capaces de interiorizar esto como una verdad, seguiremos atentando contra ella.
Non siamo separati dalla natura. Intervista a Concepción Hernández Sánchez
di Mario Zimbardo Sanabria
(in occasione della pubblicazione dell’edizione italiana di Sfida: 365 giorni di vita consapevole)
In questo lavoro la psicologa spagnola invita il lettore a sfidare le proprie abitudini facendo ricorso al “potere” del linguaggio. In questa intervista, tra gli altri temi, l’autrice parla dell’importanza del silenzio e dell’emergere, nella nostra attuale società, di una serie di ostacoli che tendono a sfavorire la nostra naturale predisposizione al cambiamento, stimolando una pigrizia indotta dalla routine e da alcuni pervasivi interessi di carattere politico-culturale e di derivazione economico-consumistica.
-Chi è Concepción Hernández?
-Sono scrittrice, psicologa e ostetrica (anche se attualmente non esercito, ho accumulato più di 15 anni di esperienza professionale). Questi tre aspetti della mia vita potrebbero apparire separati, ma una volta che sono riuscita a integrarli e a dargli un senso, essi sono diventati una fonte costante di ispirazione per tutto il mio lavoro professionale e creativo.
Oggi costituiscono infatti la spina dorsale sia della mia attività letteraria, sia dell’approccio terapeutico con cui accompagno i miei pazienti, principalmente donne che attraversano fasi di profonda trasformazione personale: gravidanza, fase post-parto, trattamenti per infertilità, climaterio e lutto perinatale.
Sento che la vita mi ha guidato verso una splendida evoluzione dei miei obiettivi: sono passata dall’aiutare a far nascere “corpi”, al compito appassionante di assistere nel parto di nuove “idee”; un altro modo di rinascere, con la parola come strumento di lavoro.
Oggi tutto ciò costituisce il mio lavoro principale: accompagnare lettori e pazienti verso la nascita di nuovi modi di pensare e guardare la vita, attraverso una vasta gamma di attività che svolgo: laboratori di gruppo nelle carceri e in altri centri di trasformazione personale, consulenze individuali, conferenze e pubblicazione di libri.
Finora ho pubblicato quattro romanzi — Lágrimas de pan (2014, edizione spagnola; 2025, edizione venezuelana), Buscadora de abrazos (2016), A una sonrisa de tu sueño (2018), Alma (e la sua casetta di bambole) (2020) —, due manuali di crescita personale — Manuale: la felicità non è un’utopia (2022) e Sfida: 365 giorni di vita consapevole (2023 edizione spagnola; 2025 edizione italiana) —, e una serie di frasi motivazionali e riflessive raccolte in tre volumi: Abbi fiducia e lascia andare! (Vol. 1 – 2018, Vol. 2 – 2021, Vol. 3 – 2024).
-Cosa troverà il lettore italiano in “Sfida: 365 giorni di vita consapevole”?
-Uno spazio-rifugio, un’opportunità di guarigione emotiva e uno strumento potente di auto-scoperta. Questo libro invita a una connessione intima e diretta con sé stessi, senza intermediari né giudizi. È uno spazio sicuro dove potersi esprimere con sincerità senza sentirsi valutati.
La sua maggiore virtù è la semplicità: propone una gamma di attività varie e piacevoli, che richiedono solo 10–15 minuti al giorno. Non c’è un modo “giusto” per farlo, perché il processo è totalmente personale. E, man mano che si procede, il lettore acquisisce strumenti preziosi per conoscersi e affrontare la propria quotidianità con maggiore consapevolezza.
Raccomando, in particolare, di affrontarlo senza aspettative. Non si tratta di un manuale tradizionale, ma di un libro-complice che intende accompagnare le lettrici e i lettori in una sorta di viaggio all’esplorazione di se stessi, aiutandoli ad apprendere giorno dopo giorno, senza pressioni, qualcosa di più su sé stessi.
-Letteratura per guarire le ferite?
-Assolutamente sì. Le parole curano, consolano, confortano e ci salvano. La letteratura ci trasforma, ci fa sentire, pensare e imparare. Ci rende esseri diversi, e quando cambia il nostro sguardo, cambia anche il mondo che ci circonda. Attraverso la lettura possiamo connetterci con molteplici storie e con modi originali di affrontare le situazioni e risolvere i problemi; scopriamo prospettive, superiamo limiti e possiamo viaggiare in luoghi che altrimenti sarebbero inaccessibili. In un certo senso, può essere considerata una potente risorsa terapeutica, che agisce sia a livello mentale che emotivo. Guarire emotivamente il lettore è proprio uno degli obiettivi dei miei libri, e farlo attraverso un processo in cui sia lui ad avere un ruolo attivo: decidendo cosa accogliere, quando e quanto integrarlo nella propria vita.
-Scrivere guarisce anche te?
-Senza dubbio. La letteratura ha una qualità trasformativa che agisce in entrambe le direzioni. Mentre il lettore sogna, sente e si riconosce in storie altrui, lo scrittore trova nella scrittura uno strumento terapeutico potente che gli permette di esprimere emozioni profonde, affrontarle, prendere le distanze e osservare con maggiore chiarezza i propri conflitti. Scrivere, per me, è un atto di liberazione. Un processo di trasformazione interna che mi guarisce e, spesso, mi riconcilia con me stessa.
-Il silenzio è uno dei temi ricorrenti nelle tue opere. Il rumore ci indebolisce la volontà?
– Il rumore ci distrae, contamina gli spazi, maschera i messaggi e getta la mente nel caos con pensieri intrusivi. Fa così parte della nostra quotidianità che vivere in quel disordine mentale non ci disturba quasi più. Il rumore ci rende automi reattivi e riduce la nostra capacità riflessiva. Ma senza riflessione, non c’è pensiero critico, e in questo contesto diventiamo facilmente manipolabili. Il silenzio, invece, rinnova e purifica. Bastano cinque minuti di silenzio consapevole per creare uno spazio mentale utile a pensare, creare e porci domande. E queste domande sono fondamentali, perché senza metterci in discussione, non si può progredire. Dunque, il silenzio, lungi dall’essere un semplice vuoto, può essere considerato un’autentica condizione di oasi mentale. È una passerella indispensabile che può condurci dal lamento alla gratitudine, e dalle parole che feriscono a quelle che curano e trasformano. Anche se a volte può risultare scomodo, esso è estremamente potente: è pieno di significato e può trasmettere, consolare, sostenere e confortare. Condividere un silenzio diventa una forma di comunicazione profonda e sincera, che non ammette travestimenti né maschere.
-Cosa ti aspetti dai lettori italiani?
-Che accolgano questo libro come un invito a connettersi con ciò che c’è di più essenziale in sé stessi. I temi che affronto nei miei libri – la vita consapevole, l’auto-scoperta, il linguaggio che comunica, il perdono e la gratitudine – sono universali e vanno oltre ogni confine. La mia intenzione è che ogni parola ricordi loro che tutti condividiamo una stessa umanità, con le sue luci e le sue ombre, e che è sempre possibile vivere con maggiore presenza, più tenerezza e più verità.
– Ritiene sia possibile un cambiamento più profondo e di carattere più generale nel rapporto tra gli esseri umani e la natura circostante?
– Il cambiamento è inevitabile, ed è già in atto. Tuttavia, il cammino intrapreso dalle élite che ci governano non è dei più semplici. Sembrano esserci gruppi di interesse che si sono appropriati di una causa che, in realtà, è collettiva. E l’approccio politico è quello della normalizzazione, delle limitazioni, del controllo e delle sanzioni. Queste misure, pur cercando di promuovere una relazione più sostenibile con il pianeta, spesso generano opposizione e rifiuto. Se vogliamo costruire una relazione davvero armoniosa e duratura con la natura, il cambiamento deve partire dall’interno di ognuno di noi, dall’amore. Se ami la natura, te ne prendi cura e la rispetti. Non servono imperativi. Questo dovrebbe essere il fulcro. Il problema è più profondo, quasi esistenziale: non siamo separati dalla natura. Non c’è un “qui” e un “là”; siamo parte di essa. Ma finché non saremo capaci di interiorizzare questa verità, continueremo a danneggiarla.